Que bonitas que son las casas con atico, ¿verdad? Y que agradable es vivir en un atico. Es tan acogedor, tan hogareño; ademas, las paredes inclinadas dan un aire tan peculiar a la estancia. Aunque lo mejor es, sin duda, las ventanas: esas ventanas abatibles practicadas en el techo-pared que te permiten ver el cielo y sobre las cuales golpea la lluvia al caer. Precioso. No se vive mal en un atico. Pero tambien tiene sus problemillas, y es que, al no estar acostumbrados, hacemos cosas que debido a las caracteristicas de este tipo de viviendas no son del todo convenientes o apropiadas.
Si estas en tu casa y tienes un papel en la mano, y ese papel ya no te sirve... ¿que haces? Pues, logico, lo tiras a la basura. ¿Pero y si el cubo de basura esta a tomar por culo y resulta que tu culo esta junto a la ventana? Si, claro, no me digas ahora que tu nunca has tirado nada por la ventana. Bien, pues imaginate la misma situacion, pero en la casa de un amigo, que es nada mas y nada menos que un atico, e imaginate tambien que tu amigo ha salido a hacer unos recados y te ha dejado solo en su habitacion. Aunque te duela, queda terminantemente prohibido arrojar nada por la ventana.
Si lo haces, el papel que has tirado no cae a la calle, porque recuerda que la pared interior de un atico es un tejado en la parte de fuera. Asi que el dichoso papelito se queda en el tejado y, como ademas esta lloviendo, el agua hace que poco a poco se vaya quedando pegado en lugar de resbalar. Como no quieres que tu amigo piense que eres un guarro decides hacer la primera buena accion del dia, suspiras y alargas la mano para recoger lo que has tirado. Pero esta lo suficientemente lejos como para que no puedas alcanzarlo. Entonces te alarmas porque tu amigo esta a punto de llegar y rapidamente empiezas a pensar que puedes hacer. Con esa velocidad mental que te caracteriza, coges la cosa alargada mas cercana que haya a tu alrededor. Efectivamente... coges un lapiz. Pero el lapiz es demasiado corto. ¿Que es lo siguiente que tienes a mano? Un abanico, recuerdo de la boda de alguien. Ademas, aun sigue guardado en el plastico, por lo que te sera muy facil limpiarlo despues de haberlo usado. Parece que el abanico va a dar resultado. Aunque quizas deberias haberte fijado mejor, porque resulta que el envoltorio de plastico ya esta abierto por uno de sus lados. ¿Y cual es el lado que esta abierto? Exacto, el lado por el que deberias haberlo cogido. Asi que el abanico se sale, cae al tejado y resbala hasta que lo pierdes de vista... y tu te quedas con un plastico en la mano y con cara de tonto, que al igual que la agilidad mental, tambien es algo que te caracteriza.
Bueno, es solo un abanico, solo tienes que pasar la enorme vergüenza de explicar que ha ocurrido y nada mas. Claro que, ahora que caes, era un recuerdo de boda, por lo que mejor te pones a pensar otra vez, que cada vez queda menos tiempo para que llegue tu amiguete. Muy bien, seguramente se ha quedado en el canalon. Como la ventana esta un poquito alta, coges una silla que te permita asomar el cuerpo y ver el canalon. Consigues verlo a medias... un monton de hojas, barro, papeles... seguro que esta ahi, entre toda esa mierda. Necesitas algo muy largo que te permita llegar a el facilmente. Un palo. Sales a la calle y te pones a buscar ramas que se hayan caido de los arboles. Tras un buen rato encuentras una lo suficientemente larga y fuerte para tu proposito. Al entrar te fijas en el cepillo y el recogedor y piensas que te podrian haber servido igual. Eso si, la rama que has encontrado es mucho mas bonita, y mas original, por supuesto. En fin, con tu rama, que se parece al palo de un cepillo pero es mas bonita, te pones a dar golpes y a buscar un abanico en el canalon. ¿Como es posible que no este ahi? No puede haberselo llevado un pajaro, ¿verdad?
Que no cunda el panico. Simplemente piensa que habrias hecho tu si fueses un abanico que se cae por un tejado. Eso es: coges mas papeles que encuentras por ahi y cinta aislante, te fabricas un artefacto con la forma de un abanico cerrado y lo dejas caer por el tejado para comprobar adonde va. Esta vez, subido a la silla para ver bien el canalon. Se va deslizando y finalmente llega al canalon... pero no cae dentro, sino que salta y cae a la calle. Que raro, tu acabas de salir y no has visto el abanico tirado en el suelo. Seguramente, con los nervios, ni te has fijado. Vuelves a bajar y... no hay ningun abanico. Vamos, agilidad mental. El papel con cinta aislante apenas pesa, por lo que un abanico cogeria mas velocidad al bajar por el tejado inclinado y llegaria mas lejos, asi que... el jardin del vecino. ¿Que vas a hacer? Pues saltar la valla. Aunque como era de esperar, alli no hay nada, ni en el cesped, ni en el seto, ni entre los arboles, ni en ningun sitio.
Has hecho todo lo posible por arreglar la situacion, pero no lo has conseguido. Solo queda pensar en la historia que le vas a contar a tu amigo cuando llegue acerca del recuerdo de boda de alguien que seguramente aprecia. Como no se va a creer lo sucedido, mejor te inventas que han entrado a robar, o que se lo han llevado unos extraterrestres... o te haces el tonto y esperas que no se de cuenta. Eso, y que no vea el papelito que has tirado a su tejado.
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